miércoles, 19 de diciembre de 2012

El Anarquismo, su vigencia y la solidaridad


El anarquismo en la actualidad es sometido por la dominación a una dura dicotomía. O es una ideología caduca y del pasado, o es criminalizado, perseguido y reprimido.
El anarquismo, lejos de ser esa ideología que la historiografía burguesa explica como agua pasada, es un movimiento vivo y actual. La autoridad y la explotación del ser humano por el ser humano, mantienen sus estructuras hoy como ayer. El discurso anarquista no puede desaparecer mientras exista cualquier forma de dominación.
La idea antiautoritaria brota y se desarrolla en multitud de regiones del planeta: Argentina, Chile, Grecia, España, Bielorrusia, México, Italia… Muy a su pesar, el Estado y toda idea autoritaria, sigue teniendo como enemigo acérrimo a los anarquistas, a pesar de sus carencias y defectos.
Las técnicas de pacificación social que han creado sujetos serviles, apáticos, consumidores y obedientes, no son suficiente para ahogar la idea anarquista. El Estado, aun teniendo sus armas de atomización y control social como son las escuelas, la televisión, las drogas… sigue utilizando la guerra sucia: cárceles, montajes policiales, criminalización mediática, tortura. La pura esencia del Estado: la violencia para mantener el orden establecido.
La Operación Osadía en Italia, que ha dejado un saldo represivo de varios compañeros y compañeras encarcelados; el acoso policial y mediático en España – creación de la figura mediática del “antisistema” como vándalo revienta manifestaciones pacíficas con el fin de aislar, crear opinión y legitimar la acción represiva contra todo discurso y práctica revolucionaria-; los compañeros encarcelados y perseguidos en Grecia, Bielorrusia, Chile –donde la vieja táctica del montaje tuvo su puesta en escena en el “Caso Bombas”- y multitud de infamias en diversos puntos del planeta ejemplifican que la represión burda y llana sigue siendo un arma del Estado.
Haciendo gala de uno de los principios fundamentales del anarquismo, la solidaridad, queremos mostrar apoyo a todas las personas perseguidas por el aparato represivo de los diferentes Estados del mundo. Queremos a nuestros compañeros y compañeras en la calle. La solidaridad es un arma de los anarquistas y no una practica caritativa. Lucharemos de forma activa propagando la llama del ideal libertario, teniendo siempre en mente a nuestros compañeros presos.
La Federación ibérica de Juventudes Libertarias sigue defiendo el anarquismo como idea honesta, justa, humilde y coherente. Seguimos apostando por la construcción de una sociedad basada en los principios de libertad, horizontalidad, igualdad, federalismo, apoyo mutuo y autogestión. Para nosotros estas ideas no son mera teoría, son un medio y un fin. No convertimos estos valores en mero papel mojado, sino que los ponemos en práctica en nuestro día a día.

Contra el Estado y el Capital
Por el derribo de los muros de las prisiones
Por la anarquía

Federación Ibérica de Juventudes Libertarias.

sábado, 20 de octubre de 2012

Contra las fronteras y sus defensores

El código legislativo de un sistema que es inhumano en esencia debería hacernos pensar que, aquello que sea ilegal no debe por necesidad ser algo negativo, malvado e inmoral; de hecho, posiblemente tenga más papeletas de caer en el saco de lo correcto y natural del ser humano antes que en ese esquema putrefacto de valores capitalistas y burgueses del que son espejo sus leyes. Podemos, por poner un ejemplo, hablar de determinadas acciones como aquello a lo que ellos llaman robo, cuando sabemos que no hay mayor robo que la propiedad privada de todo cuanto necesitamos para subsistir en cuatro o cinco manos. También podemos referirnos a las condenas de desacato, desobediencia a la autoridad, etc. que no son más que nobles actos contra nuestros explotadores. Y podríamos meternos en otros berenjenales tales como eso que llaman violencia callejera, los disturbios y desórdenes públicos, pero no queremos ir por ahí ahora. Queremos hablar de esas personas a las que el Estado condena por su simple existir: aquellos que han tenido la mala suerte de ser inmigrantes ilegales. Probablemente no haya en el mundo violencia más silenciosa, sibilina y extendida como nociva, dañina y dolorosa que ésta, que te consideren ilegal. Que el Estado te coloque plenamente fuera de su ley no es moco de pavo, pues solo te espera la ruina, la cárcel y/o el destierro.

Normalmente, el Estado considera a algo ilegal cuando va contra sus intereses. Intenta, por otro lado, que nos sintamos identificados con los intereses del Estado, teniendo como consecuencia que la gente que responde a las llamadas de la colaboración ciudadana condene todo aquello que sabe que es ilegal y que piensa –como buen ciudadano y español que es– que debe defenderse de ello. De ahí el vomitivo discurso del delegado de gobierno de Melilla, Abdelmalik El Barkani, que ha denominado de “invasión en toda regla” los últimos sucesos. Ganas de vomitar es lo que nos entra cuando tenemos que escuchar semejantes sandeces, que no podemos pasar por alto lo más mínimo por lo atroz de su significado profundo. Su intención de crear entre la sociedad una paranoica sensación de alarma o amenaza de ser invadidos nos trae a nuestro recuerdo monstruos del siglo XX que deberían de estar más que enterrados. A generar este esperpéntico e insolidario sentimiento colaboran, como no, los medios de comunicación de masas: portavoces oficiales del Estado y el capital. El lenguaje de estos miserables nunca es inocente, y el uso indiscriminado de determinados sustantivos, verbos, etc. responden a una ideología común del sistema, que como un fantasma va poseyéndonos lentamente desde diferentes medios como el colegio e institutos, hasta la prensa. Y es que ni Joseph Goebbels, quien fuera ministro de prensa e información del régimen alemán nazi, lo hubiera hecho mejor. Aún así, aunque en este mundo ya poco hay que nos sorprenda, no deja de causarnos escalofríos el lenguaje utilizado por algunos medios de comunicación al hablar de estos hechos. Así, en periódicos como el ABC, La Razón o El Mundo vemos como con indiferencia en su discurso utilizan términos tales como hordas y asalto para referirse a los últimos acontecimientos en Melilla.

lunes, 1 de octubre de 2012

Miseria y elitismo en la universidad del Estado, o la continuación de la precarización de la enseñanza.

Texto repartido durante la inauguración del curso académico 2012-2013 de la UGR:

¿Y se supone que tenemos que asistir agradecidos a la inauguración del nuevo curso? No, nosotros no nos lo creemos. El esperpéntico espectáculo de normalización de la situación nos repugna. A la sombra del folclore festivo de las jornadas de recepción de estudiantes y de la inauguración del curso académico se encuentra la agonía permanente de la enseñanza. El curso que empieza hoy estrena zapatos nuevos -aunque son más viejos que el hambre-, y todos los conocemos bien: el paquete de recortes, las subidas de tasas, los duros impuestos, y podríamos seguir hasta cansarnos. No nos sorprende, y no es que el curso sea sustancialmente peor que el anterior. No nos decepciona. Nunca esperamos nada de la maquinaria de adoctrinamiento para el capital que es la universidad del Estado. Y tenemos que poner las cosas en su sitio, no nos podemos dejar engañar: lo teníamos en nuestra cara desde el principio, y lo venimos tragando desde niños. La mentira de la educación accesible a todos, la aparente inocencia de la promoción pública de la enseñanza es el anzuelo del que se vale el Estado para pescar a quienes serán sus trabajadores sumisos. El Estado supone la alienación en todos los ámbitos de nuestra vida, desde qué comemos hasta nuestra educación y trabajo. Mientras la formación es cosa natural del individuo, el Estado y el capitalismo viola con sus artificios esta condición humana para convertirla en un instrumento a su servicio, haciendo de algo natural un órdago estéril. Al ministerio de educación y ciencia le sigue toda la jerarquía de burócratas miserables, mercenarios a fin de cuentas del capital, que mantiene la universidad y sus podridas estructuras: rectorado, vicerectorado, decanato, etc. son los instrumentos de asimilación y aplicación en última instancia de los deseos del poder. No son inocentes, y su muestra en ocasiones de rechazo de algunas medidas del gobierno no les exime de culpa, pues participan en un terreno de juego en el que aceptan las reglas del capital.

No podemos defender la universidad pública como sinónimo de universidad estatal. Nosotros no podemos separar el Estado del capitalismo: son una misma cosa que se nutren en la simbiosis más dañina que hemos padecido jamás. El Estado garantiza todo el cuerpo legislativo para que las corporaciones se beneficien: desde las jornadas laborales, el salario mínimo, las condiciones en el trabajo... hasta la decisión de planes de estudio, sus contenidos, su duración, la intromisión de entidades privadas en universidades, etc. Es lo que tenemos que pagar por delegar en manos ajenas lo que solo debemos de decidir nosotros; el poder nunca podrá comprender nuestros verdaderos problemas, y actuará en base a sus intereses sea del color que sea.

Por ello, para paliar este mal endémico solo nos queda la lucha. Pero la lucha antiautoritaria, despreciando todo poder. Rechazamos la autoridad tanto en la universidad, como en los centro de trabajo, como en el resto de parcelas de nuestra vida. Nuestra lucha no debe ir encaminada solamente a frenar la oleada de recortes ¿o acaso la universidad hace diez años era algo ideal?. No queremos ir hacia el pasado, queremos ir hacia adelante. No queremos una universidad controlada por el Estado: un centro de adoctrinamiento del régimen. Tampoco queremos que sean las empresas las que decidan nuestros estudios. Nuestra formación es parte importante de nuestra vida, no puede pertenecer ni a empresas ni al Estado. Debemos aspirar a que las asambleas controlen todo lo que nos compete, no exigimos más participación, luchamos por controlar nosotros mismos directamente nuestra educación, nuestro trabajo, nuestra vida. Así mismo, nuestra lucha solo debemos llevarla por nosotros mismos: no deleguemos en consejos de estudiantes, no deleguemos en partidos, no deleguemos la lucha en aspirantes a políticos. No caigamos en la trampa de querer ser representados en sus instituciones, la lucha está en la calle y en las asambleas.

Por otro lado, no perdamos de vista que los ataques nos llueven en todas las direcciones. Este contexto de crisis solo acelera los intereses de los poderosos: abaratar el despido, subida de jornada laboral, mayor elitismo en la universidad... es algo que siempre han perseguido.

No es momento de procesiones ridículas. Es el momento de la lucha. Defendámonos de las agresiones. Basta ya de ser dirigidos.

Contra la precarización de nuestra formación
Contra los avances de los poderosos
Abajo el Estado y el Capital


Grupo anarquista Viernes Negro
grupoviernesnegro.blogspot.com
Federación Ibérica de Juventudes Libertarias
www.nodo50.org/juventudesanarquistas

lunes, 9 de abril de 2012

Hacia la reorganización de la juventud


Por el presente comunicado hacemos público que la hasta ahora Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas (FIJA), pasa a denominarse Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL).

Como hemos manifestado en numerosas ocasiones, el planteamiento que nuestra federación eligió desde un principio tomaba como referencia la FIJL de los años 90. El que optáramos sin embargo por otras siglas en su día, se debió a que aún había personas y grupos de la FIJL en funcionamiento, aunque habían optado por una estrategia organizativa diferente a la que esta federación mantenía años atrás. El que eligiéramos el término “anarquista” en lugar de “libertario” se debe a que los entendemos como sinónimos absolutos, y por tanto, hacen referencia exactamente a un mismo planteamiento. Una vez aclarada la situación de esta federación, y habiéndonos manifestado sus miembros la disolución de la antigua federación, hemos decidido retomar las siglas originales por considerar que nuestro proyecto mantiene unas características organizativas afines a una herencia histórica y militante de la que nos sentimos orgullosos.


Queremos dejar claro, pese a todo, que no renegamos de los últimos años de esa historia, la que va desde finales de la década de los 90 hasta fechas previas a la emisión de este comunicado. Pese a no compartir parte de las estrategias y modelos organizativos que estos compañeros eligieron, somos conscientes de que contribuyeron al desarrollo del anarquismo en la Península Ibérica. Con todo y con eso, la actual FIJL se mantiene fiel al concepto de anarquismo organizado y federalista.

Sin más nos despedimos poniendo toda la energía de la que disponemos en nuestro proyecto, el cual esperamos que contribuya a engrandecer al anarquismo y dotarlo de una amplia aceptación entre la juventud.

Marzo 2012, Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (F.I.J.L

Comunicado de disolución de la F.I.J.L. (90s)


Corría el final de la década de los ochenta cuando la FIJL retomó de nuevo su andadura después de años de inactividad. Desde entonces, e incluso desde su origen, diferentes personas y grupos hemos tratado siempre de dar pasos adelante hacia un proceso de lucha y transformación social desde esta Federación. Nuestra organización ha tenido una historia propia, la historia de muchas y muy grandes personas que han dejado su esfuerzo e incluso sus vidas luchando por alcanzar nuestra meta como anarquistas. Nosotr@s hemos tratado de aportar sólo un grano de arena en esta labor. En el contexto de la influencia de ciertas corrientes “novedosas” en el anarquismo se produjo el golpe de septiembre de 2003. La situación no era fácil, un gobierno desbocado y un movimiento inmerso en una espiral represiva (detenciones y procesamientos en Madrid, Valencia, Asturias, Barcelona, ...) y de aislamiento social feroz. Seis de nuestros compañer@s fueron detenid@s y un séptimo huido.

Las causas que influyeron en que la FIJL no pudiera levantarse de aquel golpe ni responder adecuadamente se pueden explicar en parte por ciertas actitudes políticas asumidas desde nuestro propio movimiento (como las que llevaron a parte de éste a una ruptura con las organizaciones clásicas por los sucesos de Córdoba), por la debilidad de nuestra propia organización y en parte también por cierto halo de radicalidad que venía con aquellas corrientes “insurreccionalistas” que habíamos hecho nuestras. El 2003 supuso un paso más en la separación entre anarquistas que aun hoy arrastramos.

Los golpes han conseguido por esta vez que una organización acabe cayendo. Pero no son sólo estos ataques los que nos han llevado a tomar esta decisión, sino también un análisis autocrítico de lo que estábamos haciendo, la separación (territorial y política), la dificultad para encontrarnos (entre otras, por cuestiones de seguridad), la inmersión en otros proyectos, etcétera. Hemos intentado en estos años varias veces volver a poner en marcha la organización, pero nunca lo conseguimos.

Hace ya meses que hemos contactado con grupos de la Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas que nos han mostrado su interés por nuestra situación organizativa y, si fuera el caso, por recuperar unas siglas que hace casi diez años no ven la luz.

Por todo esto hemos tomado la decisión de disolver la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias.
La historia de la FIJL es un peso que esperamos no frene a l@s compañer@s si deciden retomar la federación. Cada época es distinta y deseamos con todas nuestras fuerzas que ell@s mism@s forjen su camino como en su día lo intentamos hacer nosotr@s. Tendrán todo nuestro ánimo y apoyo cuando lo necesiten. Es deber de tod@s l@s anarquistas transmitir nuestra experiencia para que la gente que entra a nuestro movimiento no caiga en el folclore y la sinrazón que nos impone el aislamiento. Sin prepotencia y sin evangelizar a nadie debemos explicar lo que se ha hecho, por qué y qué se ha ganado y perdido porque sólo entre tod@s conseguiremos sacar al anarquismo de este impás en el que se atascó hace décadas y que lo hace inaccesible a la mayor parte de la gente e incapaz de responder a la realidad.

Trataremos de hacer una autocrítica y analizar qué hemos hecho como federación desde la última reconstrucción para que tod@s podamos pensar colectivamente los fallos y aciertos de esta forma organizativa y de las líneas que seguimos.

Si el anarquismo quiere volver a tener la fuerza que un día tuvo debe acometer el duro ejercicio de poner en cuestión sus estrategias, discursos y prácticas. Hemos vivido encasillad@s desde hace treinta años y nuestro movimiento no ha hecho más que retroceder. Sólo reinventándonos y reorganizándonos podremos dar un paso al frente. La situación social va a ser cada vez más inestable en los próximos años y, como fuerza revolucionaria, nuestro movimiento y nosotr@s mism@s debemos estar a la altura de los tiempos que vienen.

Por todo esto hemos decidido, como ya anunciábamos antes, dejar las siglas FIJL a aquellos grupos que quieran continuar su historia de lucha anarquista y deseamos tengan el mejor de los ánimos y las firmes convicciones que su labor requiere.

Un fuerte abrazo anarquista a tod@s l@s compañer@s.

¡Viva la anarquía, viva la revolución social!

miércoles, 28 de marzo de 2012

Ante los ataques del Estado: Huelga General Indefinida

Nuevamente se salen con la suya los magnates del capital; una vez más se demuestra como Estado y Capital son una misma cosa. La nueva reforma laboral no es nada que no hayamos visto antes, viene encaminada en la linea de otras anteriores como la del gobierno del PSOE de 2010, y supone una vuelta de tuerca más contra los trabajadores (en activo, en paro o en formación): nos convierte en meras herramientas de compra y venta que, además de baratas, nos pueden desechar tan fácilmente como el que baja la basura. Nos sitúa ante sus leyes por debajo, ahora somos nosotros quienes tenemos que demostrar que nos han despedido injustamente, mientras los empresarios pueden modificar nuestra jornada, nuestras tareas, nuestros turnos... sin tutela ninguna, bajo plena libertad: Seamos bienvenidos al feudalismo del siglo XXI, el señorito ha cambiado su castillo por su empresa, y puede hacer con nosotros cuanto quiera.

Sobran razones para salir a la calle, esta reforma laboral es solo una manifestación más de esta lucha constante entre explotadores y explotados, es una muestra más de que vivimos presos: presos en una escuela que nos adoctrina para un mundo salvaje y competitivo, lejos de toda humanidad; presos en el curro, vendiendo nuestra fuerza de trabajo y nuestro tiempo a cambio de un salario para enriquecer al patrón; presos de una vida de escaparate y mercancía, sometidos a pagar para vivir, y todo dentro de esta cárcel que es el Estado. La lucha es nuestra única vía, nuestras herramientas son la acción directa, la solidaridad y el apoyo mutuo, camino de recuperar nuestras vidas, camino de emanciparnos como seres humanos, es el camino hacia una sociedad sin autoridad, sin explotadores ni explotados.

Por ello debemos ser críticos ante esta convocatoria de “Huelga General” de 24 horas. Una huelga es un pulso contra la patronal, es poner sobre la mesa la cuestión de quién sostiene a quién: poner de manifiesto que somos los trabajadores quienes limpian las calles, quienes dan clase, quienes cuidan a los enfermos y quienes ponen en marcha los autobuses y fábricas. Demostrar que somos nosotros quienes producimos la riqueza de este mundo, y son ellos quienes nos la roban. Una huelga no tiene almanaque: la huelga es una guerra de desgaste, y se lucha hasta lograr nuestros objetivos. Y he ahí la cuestión, nuestros objetivos; aquellos que convocan la huelga hace mucho tiempo que dejaron de ser trabajadores, por lo que difícilmente podrán hablar en nuestro nombre. En cambio lo hacen, pues le pagan por ello, esa es su nueva labor, con el fin de desmovilizarnos como clase, con el fin de mantener la paz social, en definitiva: para perpetuar este sistema de esclavitud. De ahí este paro de 24 horas, para hacer su falso papel de defensores de los trabajadores, para que no se les vaya de las manos la situación y hagamos una huelga de verdad, una huelga capaz no solo de frenar esta reforma laboral, sino de conseguir cuanto nos propongamos.

Nosotros los explotados: trabajadores, parados, precarios, estudiantes... no necesitamos líderes ni guías, no necesitamos quien nos represente. La clase explotada se organiza y lucha. Saldremos a la calle este 29 de Marzo, pero no nos casamos con nadie: rechazamos sindicatos vendidos y organizaciones políticas, estamos hartos de que decidan por nosotros. Este 29 de Marzo animamos a extender la lucha, a no esperar a que nos pongan día y hora para luchar, a salir a la calle día tras día, a lanzarnos a la lucha continua contra toda autoridad.

HACIA LA HUELGA GENERAL INDEFINIDA
POR EL CONTROL DE NUESTRAS VIDAS
MUERTE AL ESTADO Y AL CAPITAL
MUERTE AL REFORMISMO
¡¡VIVA LA ANARQUÍA!!


Grupo Viernes Negro