Sobran
razones para salir a la calle, esta reforma laboral es solo una
manifestación más de esta lucha constante entre explotadores y
explotados, es una muestra más de que vivimos presos: presos en una
escuela que nos adoctrina para un mundo salvaje y competitivo, lejos
de toda humanidad; presos en el curro, vendiendo nuestra fuerza de
trabajo y nuestro tiempo a cambio de un salario para enriquecer al
patrón; presos de una vida de escaparate y mercancía, sometidos a
pagar para vivir, y todo dentro de esta cárcel que es el Estado. La
lucha es nuestra única vía, nuestras herramientas son la acción
directa, la solidaridad y el apoyo mutuo, camino de recuperar
nuestras vidas, camino de emanciparnos como seres humanos, es el
camino hacia una sociedad sin autoridad, sin explotadores ni
explotados.
Por ello
debemos ser críticos ante esta convocatoria de “Huelga General”
de 24 horas. Una huelga es un
pulso contra la patronal, es poner sobre la mesa la cuestión de
quién sostiene a
quién: poner de
manifiesto que somos los trabajadores quienes limpian las calles,
quienes dan clase, quienes cuidan a los enfermos y quienes ponen en
marcha los autobuses y fábricas.
Demostrar que somos nosotros quienes producimos la riqueza de este
mundo, y son ellos quienes nos la roban. Una huelga no tiene
almanaque: la huelga es una guerra de desgaste, y se lucha hasta
lograr nuestros objetivos. Y he ahí la cuestión, nuestros
objetivos; aquellos que convocan la huelga hace mucho tiempo que
dejaron de ser trabajadores, por lo que difícilmente podrán hablar
en nuestro nombre. En cambio lo hacen, pues le pagan por ello, esa es
su nueva labor, con el fin de desmovilizarnos como clase, con el fin
de mantener la paz social, en definitiva: para perpetuar este sistema
de esclavitud. De ahí este paro
de 24 horas, para hacer su falso papel de defensores de los
trabajadores, para que no se les vaya de las manos la situación y
hagamos una huelga de verdad, una huelga capaz no solo de frenar esta
reforma laboral, sino de conseguir cuanto nos propongamos.
Nosotros
los explotados: trabajadores, parados, precarios, estudiantes... no
necesitamos líderes ni guías, no necesitamos quien nos represente.
La clase explotada se organiza y lucha. Saldremos a la calle este 29
de Marzo, pero no nos casamos con nadie: rechazamos sindicatos
vendidos y organizaciones políticas, estamos hartos de que decidan
por nosotros. Este 29 de Marzo animamos a extender la lucha, a no
esperar a que nos pongan día y hora para luchar, a salir a la calle
día tras día, a lanzarnos a la lucha continua contra toda
autoridad.
HACIA
LA HUELGA GENERAL INDEFINIDA
POR
EL CONTROL DE NUESTRAS VIDAS
MUERTE
AL ESTADO Y AL CAPITAL
MUERTE
AL REFORMISMO
¡¡VIVA
LA ANARQUÍA!!
Grupo
Viernes Negro
Adherido a la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias
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