Como Organización Anarquista, manifestamos nuestro rechazo a cualquier institución militarista, que busca la imposición de formas de control a través de la fuerza militar. La OTAN o la ONU son organismos imperialistas que buscan camuflarse bajo falsos conceptos de humanitarismo y caridad, pues lo que buscan en realidad es la satisfacción de los intereses económicos y políticos de los grandes imperios que representan.
Los medios de comunicación han mostrado una imagen totalmente condicionada del conflicto en Libia. Primeramente se ha seguido una estrategia de desprestigio del régimen político de Gadafi, cuando se ha estado guardando silencio sobre ello durante décadas. Por otro lado, se ha manipulado la realidad de la revuelta en Libia y se han condicionado los intereses del pueblo libio,asimilándolos a los intereses de la clase política occidental. La prensa ha dicotomizado los conflictos armados, mientras la intervención en Irak fue mostrada como algo negativo, ahora la intervención en Libia se nos presenta como algo positivo y necesario para salvar al pueblo libio de
una dictadura que se ha estado permitiendo durante años. No en vano, la FIJA considera la intervención en Libia como una invasión y una intromisión en el destino político del pueblo libio. Pretendiendo asimilar el proceso de este pueblo al vivido en las transiciones europeas: España, Alemania, Portugal... se quiere convertir a Libia en un mercenario de los intereses occidentales. Su posición estratégica y sus recursos energéticos resultan muy atractivos, del mismo modo que la situación social e histórica de Libia hace que una revuelta social se antoje demasiado peligrosa para los intereses jerarquizantes de las sociedades autoritarias. Occidente quiere terminar la labor que comenzó Italia durante la época colonial y perpetuar las formas jerárquicas del Estado.
Lamentamos el papel que está asumiendo el ejército, sustituyendo a los Comités de barrio, figura que materializa la autoorganización de los pueblos en las revueltas del mundo árabe, y actuando de guías en el camino hacia la perpetuación de las sociedades autoritarias. En este punto juega un papel fundamental, una vez más, la imagen que muestran los medios de comunicación. Extrapolando las manifestaciones de alegría de sectores aislados de la población por la intervención “aliada” como algo generalizado en la sociedad libia, que reniega a cualquier intervención extranjera. La actuación de los Estados español y portugués desenmascara la actuación hipócrita que han asumido ante los recortes sociales que han efectuado. La rentabilidad económica que han esgrimido los gobernantes ibéricos encuentra ahora su justificación en el derroche económico que supone una intervención para desviar la esencia de la revuelta Libia.
La postura de la FIJA es apoyar la revuelta del pueblo libio en la lucha contra toda forma de autoridad. Nos oponemos a la intervención occidental porque no diferenciamos entre formas de poder. Para nosotros el Régimen de Gadafi es tan pernicioso como los regímenes occidentales. La revuelta del pueblo libio sólo puede ser apoyada por el internacionalismo proletario. Otra cosa significa la desviación de la revuelta, al entrometer a fuerzas ajenas a la clase trabajadora en el seno
de una lucha contra los elementos que la oprimen.
Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas
F.I.J.A.
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